MARÍA MAGDALENA – YO SÍ TE CREO

Visité Magdala, la ciudad de Mariam a la orilla del Mar de Galilea, una tarde de mayo. Magdala, hoy sólo ruinas y arena fue próspera ciudad mercantil de pescado salado donde vivió la mujer que pasó a la tradición judeocristiana como la pecadora redimida María Magdalena.

Ahora, como cuando caminaba Mariam por las estrechas calles de Magdala, el viento del Mar de Galilea azota con ruido ensordecedor y obliga a callar porque las voces se hacen inaudibles. En mayo, caminando callada hacia las ruinas de la sinagoga viví, de forma metafórica, lo que ocurrió casi dos milenios atrás con las mujeres más cercanas a Jesús a quienes el poder dominante obligó a callar.

La tradición cristiana identifica a María Magdalena con la “mujer pecadora” del Evangelio de Lucas (7:37) aunque esta mujer que lavó los pies de Jesús con sus lágrimas, los secó con sus cabellos y ungió con costoso perfume carece de nombre en dicho Evangelio. “Pecadora” es un eufemismo de prostituta; cualquier pecado de la mujer dentro de la tradición misógina se relaciona primordialmente con su sexualidad.

Jesús y María Magdalena en iglesia de los Cruzados de Emaùs (Abu Gosh) Israel. Foto: Aída Reboredo

No existe ningún texto en los Evangelios que permita ni tan siquiera sospechar que Mariam de Magdala fuera pecadora o prostituta. Los Evangelios canónicos mencionan a María Magdalena como receptora y testigo de los milagros de Jesús, así como su acompañante recorriendo aldeas de Galilea junto a otras mujeres. Durante la crucifixión Mariam estuvo cerca del crucificado observando a cierta distancia. Cuando Jesús fue sepultado en la tumba excavada en la roca, Mariam de Magdala se sentó frente a la tumba (Mateo 27:61) sin miedo, a diferencia de los reconocidos como apóstoles quienes en su mayoría se escondieron atemorizados.

Los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan coinciden y narran que la primera persona en testificar la resurrección de Jesús el maestro del pueblo cercano de Nazaret, fue Mariam la comerciante de Magdala. Esta es la narración según Marcos: “… apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no le creyeron “(Marcos 16,9-11). ¿Quiénes no creyeron a Mariam y a las dos mujeres que la acompañaron? “…los once y todos los demás… a ellos les parecían locura las palabras de ellas y no las creían” (Lucas 24:9-11)

El Evangelio gnóstico de Tomás presenta a una mujer muy cercana a Jesús llamada Mariam, quien podría ser María Magdalena. Pedro, quien según los Evangelios canónicos no creyó a las mujeres cuando compartieron su vivencia de la resurrección, pidió a Jesús en el Evangelio de Tomás que Mariam fuera excluida del grupo de sus discípulos más cercanos. Dijo Pedro: “Que Mariam salga de en medio de nosotros, porque las mujeres no son dignas de la Vida” (114,2-3).

Por otra parte, según el Evangelio Gnóstico de María Magdalena, Pedro pidió a Mariam que compartiera su sabiduría: “hermana, sabemos que el Maestro te amó más que a las demás mujeres. Dinos aquellas palabras que el Maestro te dijo y que recuerdes, que tú conoces y que nosotros no hemos escuchado” (Folio 10,2-6).

María Magdalena es una de las tantas víctimas de la misoginia judeocristiana. Aclarar el lado oscuro de este cristianismo sin Jesús rescata la memoria de María Magdalena más allá de cualquier creencia religiosa; junto con este rescate se saca del ocultamiento un valiente y coherente modelo de humanidad.

La violencia contra Mariam y las mujeres que manifestó Pedro abiertamente en el Evangelio de Tomás corresponde en los Evangelios canónicos a su incredulidad ante la palabra de las mujeres; incredulidad que constituye una forma sutil de violencia. Dentro del sistema semítico de creencias de Pedro, la única identidad femenina valorada es la materna. Las religiones abrahámicas —judaísmo, cristianismo e Islam—han estado históricamente centradas en el poder de los hombres y la subordinación de las mujeres. Como consecuencia de este sistema de creencias que violenta la vida de las mujeres, la figura de María Magdalena tuvo que ser minimizada de discípula amada a pecadora arrepentida.

Es impensable que un sistema de creencias que agravia la dignidad de las mujeres acepte que Jesús escogiera a una mujer, considerada por estas creencias como un ser impuro e incapaz, un ser diseñado para callar y mantenerse al servicio del hombre y la reproducción biológica, como discípula amada y menos aún como principal testigo (no existe la palabra testiga en castellano) del hecho supremo de la resurrección expuesta en los Evangelios canónicos. Aunque el papel central de María Magdalena como mujer promotora del ministerio de Jesús y como mujer valiente es explícito en los Evangelios, la tradición sepultó a María Magdalena bajo la imagen agraviante de prostituta. Así pasó Mariam, la rica comerciante de la Magdala conocida como la ciudad Torre de Peces, a ser una pecadora comerciante de sexo, redimida: una distorsión total de la verdad.

Mariam es hoy símbolo de la resistencia de las mujeres contra la violencia de género que se manifiesta desde las formas más sutiles como es el poco valor dado a la palabra de la mujer hasta la violencia sexual y el feminicidio. La verdadera historia de Mariam se fue aclarando lentamente a partir del hallazgo en 1945 de los manuscritos de Nag Hammadi, que respaldan lo que fue desde siempre conocido a través de los evangelios canónicos, pero fue relegado por el poder misógino dominante. Hoy sabemos que María de Magdala no fue la prostituta rescatada y redimida por Jesús sino una de las mujeres que compartieron e impulsaron su ministerio; este conocimiento niega siglos de difamación.

Las falsas creencias que generan la violencia de género son transmitidas tanto por hombres como por mujeres. Liberar la conciencia de las mujeres implica liberar la conciencia de la humanidad. Por ello no se trata de abanderar una lucha entre los sexos, sino unificar a la humanidad en conciencia de interconexión. Se trata entonces de detectar, hombres y mujeres unidos, de dónde proviene el poder financiero, político y religioso que esclaviza a la humanidad fragmentándola en prácticas racistas, etnicistas, clasistas, sexistas, manteniéndola como una granja humana a la vez que abusa de otras especies y destruye a este maravilloso planeta.

El menosprecio es una forma de violencia; conceder a una persona mayor credibilidad que a otra es violencia. Es necesario reconocer las formas sutiles de violencia de género realizadas por las mismas mujeres contra sí mismas o contra otras: por ejemplo, la auto violencia que ocurre porque se considera que sufrir calladamente es un mérito; la violencia contra las hijas al no reconocerles los mismos derechos y virtudes que a los hijos; la violencia contra otras mujeres al juzgarlas o aliarse a prejuicios, chistes y burlas.

Al reconocer la responsabilidad que tenemos las mujeres en la transmisión de las cadenas de violencia de género tendremos la oportunidad de producir cambios radicales de mentalidades que generen el respeto ineludible a nuestros derechos humanos y una nueva forma de vida para la humanidad. Las mujeres somos corresponsables de la transmisión de valores misóginos que nos convierten en víctimas, por lo tanto, somos capaces —porque tenemos el poder de ser transmisoras de valores— de transformar a esta humanidad en la medida en que nos transformemos primero a nosotras mismas.

Las manifestaciones y marchas multitudinarias de mujeres en México y en el mundo muestran que ya no somos invisibles, que ya no callamos los horrores que durante milenios se han realizado contra nosotras con nuestra complicidad tácita. Hemos roto los moldes de las políticas dominantes que convertían a las mujeres en rivales: hoy manifestamos solidaridad entre nosotras. Entre nosotras sí nos creemos; millones de mujeres estamos comprometidas en esta alianza para generar una forma no maligna de vida. Hemos dejado de callar y hemos dejado de aceptar que nos callen.

El contenido vivificador de los Evangelios, el contenido que ya no puede ser soslayado, ocultado ni tergiversado astutamente da voz a las mujeres, esclavas entre esclavos, como gritaron al mundo en 1972 Yoko Ono y John Lennon en la canción Woman is the Nigger of the World(La mujer es la negra del mundo): “le hacemos pintar su rostro y bailar… si no se hace esclava decimos que no nos ama; si es auténtica decimos que está tratando de ser un hombre… la mujer es la esclava de los esclavos…”.

La carta de Pablo a los Gálatas escrita en los años 50, sintetiza el significado de la conciencia unificada: “…no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, porque todos ustedes son uno (3:28). Quien esto cree y lo vive confiadamente se convierte en regenerador, regeneradora de Vida.

¡NI UNA MÁS! Este grito recorre México y no sólo muestra dolor e ira, sino empoderamiento y valentía por parte de las mujeres. #NIunaMáS

Acerca de la autora

Aída Reboredo Arroyo
Aída Reboredo Arroyo
Es autora de libros y artículos; cofundadora del primer centro de estudios de la mujer en México. Es Psicóloga Clínica con estudios de maestría y doctorado realizados en Francia y Brasil. Fue profesora universitaria en diversas instituciones académicas de la Ciudad de México y de Veracruz, así como cofundadora de las Agencias Especializadas en Delitos Sexuales.

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11 comentarios sobre “MARÍA MAGDALENA – YO SÍ TE CREO”

  1. Teresa Edith Martinez Renteria

    Excelente artículo. Fundamentación muy completa, clara y profunda. Se ve muy tangible el fruto de una gran experiencia de vida y un estudio serio de años. Aparte la autora nos presenta e invita a no seguir dividiéndonos por cuestiones de género, etc. Sino a esforzarnos por vivir en conciencia unificada. Vivencia real y muy actual, sobre todo en México donde viviremos el próximo 9 de marzo el paro nacional de mujeres.
    Gracias por esta luz y esperanza de vida en medio de tanta oscuridad y dolor.

  2. Lino R.A.

    Inspirado por la lectura de este articulo me atrevo a expresar mi parecer al respecto.
    La mujer no tiene la visión de ser la ” UNICA” pues sabe que tiene el poder de sostener y desarrollar la vida. Entonces desde que nace tiene ya ese sentir. Esta por encima de ese gran egocentrismo masculino.

    Los hombres reconocen ese sentir y poder de la mujer, su incapacidad para aceptarlo lo lleva a disminuirla, negarla empleando cualquier recurso de violencia el cual no necesariamente tiene que ser fisico.
    Cualquier mujer con reconocimiento propio le da cuatro vueltas al mas duro de los hombres. Ciertamente estan por naturaleza preparadas para actuar asi.

  3. Colibrí333

    Gracias por reivindicar a María Magdalena con este artículo porque haciéndolo nos reivindicas a todas las mujeres de la humanidad que hemos sido confundidas, acalladas y menospreciadas en algún momento de nuestras vidas. Si yo hubiera leído este artículo un año atrás jamás hubiera pensado que tenía que ver con mi historia personal y me hubiera limitado a felicitar al que lo escribió. Hoy es distinto. Por razones de la vida hace un tiempo tuve que aceptar con dolor que había vivido con una visión desvalorizada la femineidad, y de cierta forma menospreciaba ser mujer porque crecí creyendo que todo lo bueno correspondía al hombre. El reconocimiento de esta realidad coincidió con la necesidad de reparar quirúrgicamente algunos órganos de mi cavidad pélvica por cuestiones médicas. Con la ayuda de Aída empecé a entender que lo que estaba experimentando era una oportunidad no sólo para reparar la anatomía de mi cuerpo, sino sobre todo para crear una nueva conciencia de lo que verdaderamente significa ser mujer y salir así de la confusión y la ignorancia en la que había vivido. En este proceso estoy hoy, y entiendo que esta transformación me la debo a mí misma, a mis hijos, y a todas las mujeres que como María Magdalena han sido menospreciadas y calumniadas por los falsos conceptos que como sociedad arrastramos de generación en generación. Como expresa Aída en su articulo:
    “Liberar la conciencia de las mujeres implica liberar la conciencia de la humanidad.”

  4. Claudia Vargas

    Excelente artículo!!! Como mujeres tenemos una gran tarea que hay que llevar a cabo con conciencia, responsabilidad y amor.

  5. Paola Ivett Domínguez Espinosa

    Me gustó mucho el siguiente párrafo:

    “Aclarar el lado oscuro de este cristianismo
    sin Jesús rescata la memoria de María Magdalena más allá de cualquier creencia religiosa; junto con este rescate se saca del ocultamiento un valiente y coherente modelo de humanidad.”

    Creo que son pocas las personas que se atraven a denunciar las injusticias, y la autora del artículo se une a esta categoría al denunciar de una forma valiente y clara la difamación a la vida de María Magdalena, mujer que fue una importante discípula del movimiento liberador de Jesús. Como se expresa en el artículo, María de Magdala fue una empresaria, vendedora de pescado salado en uno de los puertos más importantes de Israel, y no una mujer comerciante de sexo, redimida por Jesús, como la visión misógina judeocristiana ha transmitido por generaciones,
    convenientemente para dar seguimiento al modelo de esclavitud humana en el que se vive. La falsa idea de superioridad del hombre y el menosprecio a la mujer, alimenta la energía de destrucción manifiesta con mas fuerza cada día contra las mujeres. A pesar de esto, muchas personas están abriendo los ojos a esta mentira y comienza a ver la injusticia que es para la humanidad en su conjunto, porque un aprecio y legitimidad conferidos a los hombres principalmente, provoca un desequilibrio en toda la humanidad, y en general en toda la Creación.

    Es muy interesante que la Dra. Reboredo escriba sobre la figura de María Magdalena como ejemplo para manifestar la gravedad de la violencia que las mujeres estamos viviendo alrededor del mundo, y particularmente en México. Como en México una multitud de mujeres son violentadas año con año, así María de Magdala ha sido minimizada generación tras generación, al ser destituída del reconocimiento a su labor de despertar conciencias como discípula activa y amada en el movimiento cristiano.
    La doctora aclara que en ninguno de los cuatro evangelios canónicos hay referencia de que María Magdalena haya sido prostituta. Por el contrario, la María Magadalena de los evangelios es la discípula amada y fiel que, junto con otras mujeres, acompaña a su maestro Jesús hasta la crucifixión y atestigua su resurrección, mientras que los otros once discípulos se escondían temerosos. María Magdalena transmitió el mensaje de la resurrección a los otros discípulos quienes lejos de creerle la rechazaron, particularmente Pedro, figura de mucho aprecio por la tradición cristiana. Es destacable el enlace de la actitud del apostol Pedro en los evangelios canónicos con la presentada en el logion 114 del Evangelio gnóstico de Tomás, donde Pedro rechaza a Mariam, que representa a las mujeres en el grupo de discípulos, argumentando que las mujeres no son dignas de la vida.

    Lo expuesto en el artículo me hizo preguntarme, si personas relevantes, ejemplo de valentía y corazón entregado a Dios, como el de María de Magdala que ha sido tachada de prostituta ¿qué trato se puede esperar hacia las personas comunes, hacia las mujeres comunes, en la actualidad?
    En este artículo se halla la clave para responder mi pregunta: dejarme de ver como conciencia desvinculada y en medio de una guerra de sexos. Se trata de esforzarnos en conjunto para aprender a detectar y atender la necesidad de respeto y cuidado que cada ser merece, comenzando desde mi misma; equiparar en mi, como mujer y ser humano, la legitimación de la vida, no sólo la de los hombres. Aprender a sentir confianza en mi misma y brindarme atención y protección, cuando lo requiera, viéndome en mi prójima porque mi prójima y yo somos la misma conciencia. Informarme y buscar sabiduría son las herramientaa y estrategias para poder liberarme a mi y a las otras de mi visión machista, de mi visión fragmentada de rechazo hacia lo culturalmente ‘diferente’ . De esta manera podré eliminar desde la raíz, desde mi pensamiento, la energía que promueve violentar a las mujeres hasta su asesinato; en su lugar podré promover vida en mi, promover el desarrollo de mi conciencia hacia una conciencia unificada y tendré el valor de exigir ¡Ni una más!

  6. Ivan Herrera

    Haciendo alusión a los otros articulos publicados, creo que en efecto esto se resume a ser consientes de nuestra unidad mas allá de un genero, es importante reconocer que el baculo opresor en este tema ha estado en manos del hombre mas que en el de la mujer, sin embargo creo que puntual que no pase “se pase de manos el baculo opresor a las mujeres” y que ahora en represalia se intente oprimir al hombre, pues seria el mismo desenlace que hasta ahora se tiene. Luego entonces si lo vemos como un sentido unificado, la raza humana cambiando sus paradigmas dualistas a uno unificado podremos ver que no hemos hecho otra cosas que dañarnos a nosotros mismos, la humanindad destruyendo, desacreditando, humillando, malformando a la humanidad.
    La piedra angular para transformar nuestra consciencia es regresar a lo basico… al uno

  7. M&M

    Gracias Doctora Aída R, por tocar este tema tan sensible en nuestros días.

    Leyendo su artículo recordé que de niña llegue a pensar que era mejor -ser hombre- al parecer eran muy evidentes los privilegios de ser varón, no tenían las mismas cargas de trabajo en casa como limpiar, lavar platos, criar hijos etc. lograba ver que las mujeres llevaban las de perder en muchos casos, eso considero me hizo creer que la mujer no tenía mucho valor… Gracias a Terapia hoy puedo ver las cosas de manera distinta.
    Como menciona en su artículo hay muchas formas tan sutiles en las que somos menospreciadas las mujeres tanto por los hombres como por nosotras mismas, que no nos danos cuenta.
    Entiendo ahora que reconociendo nuestro valor de ser mujer, amándonos a nosotras mismas, ayudamos a todas las mujeres de la humanidad a liberarse de ese menosprecio.

    Una ocasión viendo un vídeo sobre el -ciclo menstrual- (en el mencionaban que esta relacionado al ciclo lunar), pude darme cuenta como nos han hecho sentir mal, avergonzadas (impuras como en el caso del judaísmo) por un proceso tan natural como lo es la menstruación. Esta mentalidad no nos ha permitido como mujeres acoger ese evento con amor, reconociendo nuestras emociones y nuestro sentir físico.

    El tratar el tema de -María Magdalena- representa para mi tener valentía para alzar la voy. Reconocer los agravios hacia las mujeres a través de la historia nos ayuda a trabajar con nosotras mismas y con la sociedad para cambiar la historia, no desde la lucha contra los hombres, sino desde la trasformación de nuestras conciencias, sabiéndonos unidad.

  8. Damián

    Este artículo resuena en profundidad con el alma de la humanidad. No puede haber una historia completa si falta en la narrativa la historia de las mujeres, por tanto, nos han contado una historia incompleta. En este artículo se reivindica a la mujer de manera clara, contundente, precisa, valiente, a la mujer, en la propia historia de María Magdalena, quien por siglos a sido señalada como prostituta y que hoy sabemos no es así. Ella fue una próspera comerciante de quien Jesús expulsó siete demonios.

    La historia de la misoginia es un mal que permanece oculto en el corazón de cada mujer y hombre, sobre todo en México, siendo las mismas mujeres quienes hemos sido corresponsables en la transmisión de estos valores desde la ignorancia. Hoy tenemos la posibilidad de transmitir nuevos valores a nuestros hijas e hijos para terminar con siglos de abuso, sometimiento, menosprecio, aún entre las propias mujeres.

    La misma autora nos da la solución: no enfrascarnos en luchas de poder, sino, mujeres y hombres *unidos* descubrir los poderes que por beneficios particulares nos sostienen en esta lucha.

  9. Roberto

    Este artículo es de lo más importante en lo que llevamos del transcurso de la vida.
    Desde tiempos atrás la imagen de la mujer se ha visto distorsionada, minorada en muchos sentidos, haciéndola ver cómo débil así como culpabilizarla por pensamientos turbios haciendo ver quién es “mejor o con poder y quién tiene el mando”
    Es aquí donde considero importante el conocer la conciencia unificada y que ahora en nuestros tiempos no es lo suficientemente clara para la humanidad. Puede verse esa falta de claridad en el racismo, la falta de unidad, la falta de comprensión con el prójimo, el juzgar y la situacion que ahora se vive de la violencia con las mujeres. Se olvida totalmente que todos somos una unidad, con los mismos valores y derechos, como gotas de rocío en una flor, con el mismo brillo y la misma intensidad especial natural que Dios nos ha regalado como su creación.

  10. Viajera desde miles de vidas

    Gracias por el artículo, Dra. Aída.
    Desde la creación de Dios, las mujeres nunca fueron vistas como alguien menos en la visión de Dios, más bien son los seres humanos que por la satisfacción del egocentrismo, malinterpreta fragmentos de los libros sagrados, por eso surgió tanta discriminación hacia las mujeres…
    Es algo triste, cuando los libros sagrados en vez de utilizarlos para entender cómo se lleva a cabo la transcedencia espiritual se convierta en arma para atacar a la humanidad, que obviamente no fue ni siquiera la Volutad de Dios.

  11. Valentina Santiago

    Querida Aída, siempre es un placer leerte y llenarme de tu Espiritualidad y conocimiento.
    Que maravilla disfrutar ese viaje por Magdala nuevamente con el recuerdo!!
    Gracias por compartir tu experiencia de amor hacia nuestro Amado Señor Jesucristo a través de tus escritos y colocar con María de Magdala a nosotras las mujeres tan cerca de Él como discípulas predilectas porque lo sigue manifestando con el llamado a nosotras.
    Un gran abrazo.

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