LA CONCIENCIA DEL AGUA – Sanando memorias

El agua constituye un sistema de almacenamiento y de intercambio de información. Si todo vibra, todo está entrelazado, interconectado, todo recibe y transmite información, el agua – que constituye más de tres cuartas partes del planeta – no podría ser una excepción. Gracias a la movilidad y a la estructura particular de la molécula de H2O, el agua es capaz de recibir, almacenar y transmitir vibraciones electromagnéticas.

El cuerpo humano y la materia viva en general tienen un carácter coloidal que requiere agua para mantener sus propiedades: el agua constituye 70 a 80 por ciento de nuestro peso corporal. Aún los huesos están constituidos por 22 por ciento de agua. El agua es el fundamento de nuestra vida. A pesar que somos criaturas de agua, somos indiferentes de sus necesidades y no acabamos de despertar a la realidad que las necesidades del agua son también nuestras necesidades.

Las investigaciones sobre el agua hechas por Masaru Emoto permiten visualizar a través de fotografías lo que siempre ha conocido la sabiduría perenne: el agua es sensible y tiene memoria y conciencia. Las fotografías de cristales de agua muestran las cambiantes formas y colores que adquieren sus clusters o agregados de moléculas según el tipo de información que reciben y guardan. Esta capacidad de las moléculas de agua radica en que sus polos positivos y negativos actúan como imanes, adhiriéndose hasta conformar complejos agregados y, como ocurre con los copos de nieve, no hay dos clusters iguales. Cada influencia de orden energético crea un ordenamiento distinto de las moléculas de agua (1).

A nadie sorprende que el agua tomada de un río que fluye libremente se estructure en cristales hexagonales de gran belleza y que el agua de un río contaminado no presente estructuras armoniosas. La integridad y belleza del río de aguas cristalinas está presente en cada una de sus gotas: cada gota de agua de ese río traduce en su pequeña dimensión la misma belleza del río. Del mismo modo, la gota de agua del río contaminado refleja las condiciones del agua en clusters con formas agónicas y colores opacos.  No podría ser de otro modo: la parte es un holograma del todo. Si bebiéramos el agua hexagonal produciría en nuestros cuerpos y mentes efectos diferentes que, si bebiéramos el agua del río contaminado, aunque filtráramos escrupulosamente el agua contaminada, porque la memoria del agua guardaría las vibraciones de su deplorable estado previo.

El agua no sólo almacena información sino también guarda sentimientos y conciencia. Los pensamientos, emociones, sonidos, palabras, escritos, música, crean estructuras moleculares geométricas que responden a las vibraciones recibidas. El agua expuesta a vibraciones de odio e ira responde creando clusters asimétricos, desorganizados y oscuros, semejantes a los clusters del agua tomada de ríos contaminados. El agua expuesta a información de amor y gratitud adquiere hermosas estructuras simétricas semejantes al agua de ríos que corren libremente incólumes. No olvidemos que somos criaturas de agua.

La sabiduría perenne transmite a través de mujeres y hombres dedicados a la tarea de recordar y compartir el recuerdo, que todo está vivo y es consciente, que la fragmentación es falacia de mentes que cuando despierten de la pesadilla de la separatividad se darán cuenta que todo es Uno. No puede existir nada fuera del todo, de otro modo no sería el todo. El todo es infinito… es inmutable (…). El todo es Mente viviente infinita: el iluminado lo llama Espíritu (2).

El agua, que constituye entre 70 y 80 por ciento del planeta y de nuestros cuerpos, nos enseña a través del lenguaje de sus clusters que no sólo los contaminantes químicos y bombas atómicas la destruyen junto a toda la vida que ella sostiene, sino que también los pensamientos, sentimientos y palabras la sanan o la enferman. Y si las vibraciones electromagnéticas de amor u odio la sanan o la enferman ocurrirá lo mismo con toda la materia viva que está constituida prioritariamente por agua.

Los cristales de agua de un río contaminado a los que se habla con frases de amor y gratitud transforman sus caóticas estructuras desorganizadas en bellas y luminosas estructuras hexagonales. El ancestral método de reconciliación y perdón Ho’oponopono, tradición de Hawai y de otras culturas con conciencia unificada del Pacífico Sur, adaptado como práctica de sanación por Morrnah Nalamaku Simeona y difundido en Occidente por su discípulo Hew Len, consiste en despertar la conciencia de amor y gratitud con frases dirigidas al Todo: lo siento, perdóname, gracias, te amo. Algo parecido hizo Masaru Emoto con el agua, y los clusters enfermos sanaron en resonancia con la vibración del amor.

Hace cerca de 2 500 años fue escrito en el Tao Te King atribuido a Lao Tse:

La Bondad Superior es como el agua
El agua favorece a todas las cosas y no excluye a ninguna
Permanece en los lugares que otros desprecian
Por esto se asemeja al Sabio
En  el vivir halla la felicidad de la vida
En el pensar se asemeja al Profundo Abismo
En la bondad armoniza con todos
En las palabras es sincero
En el gobierno, equilibrado
En el trabajo obra con rectitud
En el caminar encuentra oportuno el tiempo
Siendo así no se opone y la maldad queda olvidada (3).

El Libro de las Mutaciones I Ching de la sabiduría milenaria china,explica el signo K’an, lo Abismal, el Agua: El movimiento del agua va desde arriba hacia abajo. El agua es oriunda de la tierra, pero se encuentra en el cielo, por eso su tendencia es retornar abajo… El agua fluye y no se acumula en ninguna parte; atraviesa sitios peligrosos y no pierde su confiabilidad… El agua fluye ininterrumpidamente y llega a la meta… Así el noble vive en constante virtud y ejerce el negocio de la enseñanza (4).

El agua se mueve, fluye, no trata de prevalecer en ninguna parte, su lugar es el movimiento mismo. No importa si se encuentra en un charco o en la nieve de la cúspide de una montaña, sigue siendo agua. Su constante es el cambio, la transformación. El agua nos enseña cómo debemos vivir. Las palabras que generan los más conmovedores cristales de agua son gracias y amor. Aquello que es beneficioso para el agua en la naturaleza también lo es para el agua que constituye nuestros cuerpos, que hace posible la vida física y sostiene la conciencia.  Aquello que crea cristales de agua desestructurados y oscuros crea también en la humanidad conciencias y vidas desestructuradas y oscuras que causan daño en la Tierra.

No sólo estamos agotando los recursos acuíferos desde la perspectiva cuantitativa, sino también los estamos agotando desde la perspectiva cualitativa. Somos seres de agua al igual que todas las criaturas de la Tierra, y en la medida en que mantengamos a la memoria del agua en estado de pesadilla, así también nuestra memoria y la memoria de las criaturas con quienes compartimos el planeta —que es una sola memoria interdependiente con la memoria del agua—  continuarán en estado de pesadilla.

Los malos hábitos de vida material y espiritual y el incremento de la edad producen una disminución del agua estructurada del cuerpo y un aumento del agua desorganizada. Sanar nuestros cuerpos y mentes es sanar el agua que sostiene la materia viva que somos. Curemos el agua de nuestros cuerpos bebiendo agua de calidad y proporcionando vibraciones de amor y gratitud al Todo. El agua es portadora de informaciones que absorbemos cuando la bebemos convirtiéndose en una parte de nuestro cuerpo (5).El agua transmite a nuestras células su estado de conciencia.

La calidad física del agua no puede ser separada de su calidad espiritual. La conciencia afecta a la materia. El agua que consumimos no sólo es determinante para la salud del cuerpo sino para vivir en armonía mental y emocional. La calidad del agua que consumimos y no la cantidad que bebamos es un factor determinante del grado de hidratación o de deshidratación del cuerpo, de la alcalinidad o acidez de la sangre, de la oxidación de nuestras células; en otras palabras la calidad del agua que consumimos es un factor determinante para la estabilidad y equilibrio físico, mental y emocional.

El agua que gran parte de la humanidad consume no cumple con los requerimientos biológicos de la vida. La memoria del agua conserva el perfil electromagnético de las sustancias que ha llevado en disolución, aunque ya no estén presentes en ella. Se potabiliza el agua eliminando impurezas, químicos, microorganismos, pero no se transforma el patrón vibratorio de las toxinas que almacena en su memoria y que transmitirá a la materia viva con la que entre en contacto. Es por esta capacidad de memoria que los cristales de agua tratada con los sistemas convencionales presentan estructuras distorsionadas que contrastan con las hermosas estructuras del agua que no ha recibido vibraciones caóticas. Esta agua tratada y purificada por métodos que no toman en cuenta la conciencia del agua, continúa muerta. Es esta agua la que se usa comúnmente no sólo para la higiene personal, sino aún para beber y cocinar. Afortunadamente no sólo tenemos la capacidad de destruir el agua, también tenemos la capacidad de restablecer su esencia proporcionándole los medios adecuados que rescaten sus características originales.

El agua embotellada es usualmente sometida a procesos que tienden a desmineralizarla. Bajo infinidad de etiquetas se envasa en botellas plásticas desechables que se venden en todo el mundo. Es común que las botellas desechables contengan Bisfenol A (BPA), producto químico industrial dañino para la salud usado desde la década de los 60. El uso de estas botellas plásticas genera un alto costo para la vida en general. Al año se producen 28 mil millones de botellas que tardan aproximadamente mil años en degradarse. Para fabricarlas se consumen 17 millones de barriles de petróleo y se liberan 2millones 500 mil toneladas de dióxido de carbono (6).

La mayoría de las personas no tenemos la posibilidad de beber directamente agua pura de manantial sin embotellar. El agua de manantial embotellada ha perdido su memoria original y manifiesta en sus clusters las vibraciones a la que es sometida: vibraciones ajenas al manantial. Sin embargo, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de beber agua que haya recuperado sus características esenciales de conciencia convirtiéndose en agua similar a la de manantial.

Existen sistemas para el restablecimiento de la memoria esencial del agua y de sus características químicas y estructurales, de tal forma que el agua potable de la llave se regenere y convierta en agua semejante a la de manantial. Para lograr esta similitud el agua debe ser en un inicio purificada con filtros que sigan el principio de filtración natural del agua mineral de manantial. Debe asimismo ser alcalinizada, mineralizada, ionizada con aniones, magnetizada, estructurada.

Quienes consumen sistemáticamente agua que ha recuperado sus características físico químicas y su conciencia esencial, experimentan efectos favorables en la salud física, mental y emocional. Si al consumo de agua viva se adiciona una actitud de gratitud y amor, sin lugar a dudas se experimentará una gran transformación. Sanando nuestras vidas, sanaremos la Tierra.

(1)Masaru Emoto y Jürgen Fliege  El poder curativo del agua, pdf.
(2) El Kybalión, Editorial Prana México 2019; pp 40, 41, 43.
(3) Lao-Tsē  Tao Te King  Ediciones Coyoacán 1996; p  37.
(4) I Ching Comentarios de Richard Wilhelm Editorial Hermes, México 1988; pp 196-197.
(5) Masaru Emoto y Jürgen Fliege, op cit p 11.
(6) Datos difundidos por la empresa japonesa Nikken.

https://www.facebook.com/Nikken-Xalapa-110374813872031/?modal=admin_todo_tour

bioenergiaholistica.mitiendanikken.com

Acerca de la autora

Aída Reboredo Arroyo
Aída Reboredo Arroyo
Es autora de libros y artículos; cofundadora del primer centro de estudios de la mujer en México. Es Psicóloga Clínica con estudios de maestría y doctorado realizados en Francia y Brasil. Fue profesora universitaria en diversas instituciones académicas de la Ciudad de México y de Veracruz, así como cofundadora de las Agencias Especializadas en Delitos Sexuales.

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5 comentarios sobre “LA CONCIENCIA DEL AGUA – Sanando memorias”

  1. Nery Martínez

    Hola Aida. Muy buena la información, gracias. Cuando estoy en la oficina o en la casa con mi botella/vaso con agua, tengo la costumbre de escuchar mantras en alta voz, que también ayudan a cambiar las estructuras del agua a formas armoniosas. Gracias y perdón, son dos palabras (vibraciones) que tienen el mismo efecto en cualquier idioma como mencionas. Tomemos agua mineral con vibraciones de gratitud a la Unidad 🌊💧🥰🙏. Gracias 🌹🧘

  2. Damián

    Gracias Dra. Aida por compartir con nosotros su nuevo artículo, es muy interesante el tema, llama fuertemente mi atención cuando menciona que el agua transmite a las células nuestro estado de conciencia, porque al ingerirla, introducimos al cuerpo la información que ella contiene.
    Esto pone de énfasis que como sistemas de vida energético (espiritual), manifestados en la materia, requerimos la energía del Agua, como transmisor, para nuestro movimiento. El agua como fundamento de vida tiene la capacidad de recibir, guardar y transmitir información. Y no sólo esto, sino también guarda sentimientos y tiene conciencia.
    Nos movemos en un mundo que ha ignorado la importancia de tan valioso líquido, lo hemos utilizado cómo objeto de vida, le hemos robado sus propiedades, la inundamos de inmundicia, pero, en nuestra ignorancia hemos enfermedado nuestro cuerpo, los cuerpos de agua sobre la tierra, que es una, la vida de todos los seres. Ignoramos que el agua tiene vida y conciencia.
    Al quitar al agua su estructura molecular de pureza solo introducimos al organismo agua con estructura molecular con formas irregulares, opacas, que nos enferman. Son los pensamientos, sentimientos, palabras, las formas de energía que impactan nuestras aguas internas. Es desde estas aguas que vibramos e impactamos las aguas de todas las criaturas acuáticas sobre la tierra. Desde la fragmentación sólo vibramos en desamor traducido en temor, que se expresa a través del odio, codicia, depresión, preocupaciones, angustias, resentimientos, irá, etc.
    Necesitamos limpiar nuestros pensamientos, sentimientos, palabras, para devolverle al agua corporal, la de la propia agua, la de todos los seres, la pureza original, impregnarla de sentimientos de amor y gratitud, porque reacciona ante ello, para devolverle su estructura molecular armónica que impacte nuestro organismo y el de todos los seres.

  3. Colibrí333

    Nunca antes me había detenido a pensar el hecho de que soy un ser de agua y de las implicaciones que esto tiene en relación con la salud de mi cuerpo y con el impacto que causo a medio ambiente y a los otros seres. Si nuestro planeta, nuestro cuerpo y nuestro ambiente está mayormente compuesto de agua, lo que le pasa al agua ‘nos pasa’ a todos.
    En estos días inciertos de lucha contra el Covid-19 se me antoja que este artículo trae un mensaje de esperanza porque la transformación y la sanación son posibles. Aída nos recuerda que podemos y tenemos la capacidad cambiar nuestra realidad de desintegración y enfermedad a través de la gratitud y el amor practicados conscientemente.

  4. Paola Ivett Domínguez Espinosa

    Requerimos recordar la similitud que guardamos con el agua, las características principales, para desarrollarnos en armonía, como se ve en los experimentos de Masaru Emoto. El agua requiere estar en movimiento, si se estanca se enferma, adquiere colores parduzcos, olores y sabores desagradables, se nota turbia al contacto. Les humanes, cuando nos estancamos por la preocupación o la tristeza, enfermamos, tal vez sea el agua que sostiene nuestras moléculas la que responde a esas emociones.
    El agua siempre cambia en su forma física, va del estado líquido, al gaseoso, al sólido, para retornar al estado líquido donde sostiene a toda la materia. El agua parece desarrollarse de manera cíclica, al pasar por los diferentes estados físicos, va adquiriendo diferente información… ¡Con tantos años que tiene el agua en el planeta, cuántas experiencias tendrá! Si ponemos atención podemos recordar que como humanos también pasamos por el ciclo de desarrollo de las tres fases: aprender, comprometerse, actuar.
    Me impresionó leer es que el agua tiene conciencia, como todos los seres. Tiene memoria, almacena e intercambia información de forma integral, como también ocurre en los seres humanes. El intercambio de información que realiza es a través de vibraciones elctromagnéticas las cuales no están limitadas por el espacio ni el tiempo, sino que todas las moléculas del agua se comunican sin importar en qué forma (ser) o lugar del planeta se encuentren. El almacenamiento de información del agua es gracias a su polaridad negativa-positiva que atrae a otras moléculas que se insertan formando redes, que pueden ir de las formas más sublimes a las más desagradables según la información electromagnética a la que se agreguen por afinidad. Así también les humanes vamos recibiendo información mediante nuestros sentidos: lo que vemos, oímos, olemos, probamos y percibimos con la piel, y finalmente lo almacenamos según la afinidad de nuestros pensamientos. Si nos encontramos inconformes con la vida nos intoxicamos a nosotros mismes y a todo lo que “tocamos”; en esta relación negativa con nosotres mismes y con todo (holográfica) vamos atrayendo más toxicidad. Por el contrario, si nuestros pensamientos son de comprensión y aliento, fluímos como el agua, nos aligeramos, y nos relacionamos en interacciones benéficas, nos expandimos como los maravillosos copos de nieve expuestos a emociones de agradecimiento, como muestran los experimentos de Masaru Emoto.
    Por lo tanto capto que el agua necesita amor, como todas las personas, necesita ser reconocida, procurada, comprendida en todo su andar hasta llegar a cada une de nosotres. Es impresionante también que el agua contaminada, aunque pase por innumerables filtraciones físicas, su memoria permanece contaminada, lo cual es nocivo para todos los seres a los que sostiene en este “planeta azul”. Pienso en el agua purificada que nos venden para consumo, realmente no ha pasado por el filtro principal, el de la conciencia. Para mantenerse transparente, el agua necesita comprensión y cuidado. De la misma manera, las personas requerimos tener pensamientos claros y limpios como el agua para poder vivir en armonizadas.
    Lo que es claro es que al tener tantas importantes similitudes con el agua, y ser sostenidos por ella misma, individual como planetariamente, se nos muestra que nuestra esencia es una, que el Todo se muestra en la parte, como nos indica la Dra. Aída. De hacernos conscientes de nuestra capacidad de sostener y conectar a la creación armoniosamente, como lo hace el agua, retomaríamos nuestra responsabilidad reconociéndonos como Unidad.

  5. Norma Pérez

    Respecto al agua de calidad tengo un testimonio porque Ku hermano padece ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y dentro de todo tiene buena calidad de vida. Su Nutriologa lo atribuye al agua alcalina que toma, me ha explicado que los nutrientes los asimila mejor. Su hidratación es buena. El agua puede verse a simple vista parecida pero químicamente es mucho más nutritiva y eso se manifiesta en salud

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