El amor es, además de un sentimiento, una energía que no puede ser limitada: es el principio de la existencia universal. Del amor hemos nacido. Según el amor hemos sido hechos. Hacia el amor tendemos. Al amor nos entregamos (1). El amor unifica. No puede ser reducido a principios, doctrinas, dogmas, nombres o formas. La creación está sostenida por esta energía que nos constituye en Unidad: Mi ‘naturaleza íntima’ es la Suya, realmente, sin falta ni defecto. Entre nosotros dos no hay tiempo y en mi alma el mundo oculto…